Estrictamente podemos decir que la marihuana y el cáñamo son la misma especie de planta: cannabis sativa. Una de las principales diferencias entre ellas es su composición química que puntualmente depende de los factores de crecimiento de la planta. Actualmente otro diferenciador importante es su legalidad, así como su uso y efectos.
La familia “Cannabacea”
Tanto el cáñamo como la marihuana y cualquier especie de cannabis (como el lúpulo), pertenecen a la familia Cannabacea y dentro de esta familia se encuentran 3 especies principales:
- Cannabis Sativa: esta es la especie más común de cannabis y se puede encontrar con bajo contenido de THC, que es clasificada como cáñamo, y con alto contenido de THC, que es clasificada como marihuana. Esta especie tiene un tiempo de floración más largo que las demás especies y es la que más alto crece.
- Cannabis Indica: esta especie tiene un tiempo de floración más corto y una mayor tolerancia a climas fríos, aunque también es ideal para cultivo en interiores bajo luces. Se ha hecho muy popular entre los cultivadores que se dedican a cultivos psicoactivos y hasta el momento no existen cepas de esta especie que se puedan clasificar como cáñamo.
- Cannabis Ruderalis: es una planta pequeña con rendimientos bajos y sin un contenido importante de fibra. Lo que distingue a esta especie es que tiene una grande capacidad de producir flores independientemente de la duración del día.
Composición química y hábitos de crecimiento
Para ser considerado como cáñamo las cepas de cannabis deben producir menos de 0.3% de THC por peso seco, cualquier planta con un porcentaje mayor a este se considera marihuana.
Aunque tanto la marihuana como el cáñamo pueden tener hábitos de crecimiento muy similares, su principal diferenciador es concretamente la resina producida por los brotes femeninos de la planta. Es justamente en esta resina en donde se producen el CBD, el THC y la mayoría de los cannabinoides. En la marihuana esta resina es más espesa y pegajosa en comparación con la del cáñamo.
Legalidad, usos y efectos
Las plantas de cáñamo son legales en casi todo el mundo debido a su falta de concentración de THC lo que hace que no tenga ningún efecto psicoactivo con su consumo. Por le contrario, la marihuana al poseer efectos psicoactivos se considera ilegal en muchas partes del mundo.
Además de los efectos psicoactivos, la planta de cannabis tiene muchos otros beneficios: sus tallos pueden ser utilizados para la producción de textiles y biodiesel, las hojas son altas en compuestos medicinales como el CBD y el CBC, y las semillas son una gran fuente de proteínas y ácidos grasos nutricionales.
La mayoría de los productos de CBD están elaborados con plantas de cáñamo por lo que no ocasionan ningún efecto psicoactivo y dado que ahora esta planta está clasificada prácticamente de la misma manera que un vegetal, todos los extractos obtenidos de ella se consideran como suplementos nutricionales.